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Pensamientos y oraciones

Desde 1870, año  en que inició la construcción de la que hoy es conocida como Casa de la Provincia, anteriormente el "Convento del Buen Pastor",  es un inmueble lleno de historias y anécdotas. Una parte de la casa era utilizada como locutorio, es decir una división en donde funcionó la cárcel de mujeres, pero se mantuvo un espacio para adolescentes infractoras. Las monjitas vivían en los aposentos, mientras al frente estaba la Cárcel de Mujeres -uno no podía entender que estuvieran presas porque se suponía que las mujeres no cometían delitos-, y unas habitaciones especiales para señoras que se internaban seguramente para estar protegidas, por la ley o por su voluntad, de maridos peligrosos -sobre todo cuando tomaban tragos-.  Había una sección especial de niñas bien, seguramente díscolas, cuyos padres las habían internado y no querían saber nada de ellas -seguramente algunas huyeron de la casa-. Había muchas chiquillas bonitas y alegres con varias de las cuales incluso establecimos amistad, pero fue una lástima que al cumplir 12 años de edad nos prohibieran el ingreso. A muchas de ellas les permitieron estudiar en el colegio y la universidad.

El Gobierno Provincial restauró el inmueble para que forme parte de la arquitectura cuencana y para guardar la memoria de la historia del barrio de San Blas y de la ciudad entera.


De eltiempo.com.ec, César Hermida B., columnista de El Tiempo Diario de Cuenca

 

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